Descripción del proyecto
Esta propuesta consiste en un work
in progress que retoma el concepto de deriva de los situacionistas, y
propone un recorrido psico-geográfico por diversos escenarios urbanos. El uso
de estas herramientas supone el propiciar una apertura a las afectaciones que
se producen desde el paisaje como aproximación diversa al paseo o el recorrido
rutinario; este encuentro con el lugar permite el hallazgo de aquello que en
otras circunstancias está omitido por el objetivo prediseñado o buscado como en
los casos anteriormente mencionados.
Proponemos rescatar una mirada de
la ciudad en movimiento, con sus trazas en cambio perpetuo, en construcción y
deterioro constante, así como la percepción de las mínimas alteraciones de la
vida cotidiana, luz, ruido, olores, desplazamientos.
La repetición como modus operandi
del ritmo de la ciudad, en un entrelazamiento de los sentidos.
Partimos de la historia relatada
por Milton Schinca[1] en su
libro “Boulevard Sarandí”: “Un pajarraco
en plena calle”[2], en la
que cuenta la experiencia del aviador amateur de principios del siglo XX, el
ciudadano Francisco Bonilla.
Allí se indica que sus
requerimientos del uso de la planta urbana lo llevaron a utilizar la
intersección de las calles Miguelete y Constitución como pista de aterrizaje.
Así, la iluminación de la Cárcel
Miguelete se convirtió en punto de referencia para sus vuelos nocturnos, asumiendo
de esta forma, una función tangencialmente comparable a la “torre de control” del
conocido panóptico, si bien con objetivos diferentes.
Pronto Bonilla regresa a Montevideo y aquí, como quien no quiere la
cosa, se fabrica su aeródromo propio en plena calle: Miguelete y Constitución.Desde allí, y en medio del alboroto imaginable del mismo vecindario que
antes se burlaba de él, despegaba todos los domingos en dirección a Carrasco o
al Cerro. Alguna vez, llegó a aterrizar con toda elegancia en la propia quinta
del Presidente don José Batlle y Ordóñez en Piedras Blancas. (...)
La audacia de Bonilla lo lanzó pronto a experimentar
arriesgados vuelos nocturnos. Eligió
como puntos de referencia el faro de
Punta Carretas, el alumbrado de la calle Yaguarón, las luces de la cárcel de
Miguelete; y, cuando regresaba a su base callejera lo guiaban unos tachos de
petróleo ardiendo, que los mismos vecinos le encendían a lo largo de la pista.[3]
Nos planteamos entonces recrear
una mirada de la vida cotidiana como instalación, proponiendo para la sala expositiva
del EAC, la proyección de cuatro recorridos psico-geográficos realizados a pie
y cámara en mano en las inmediaciones de la esquina de Miguelete y Constitución.
A ello se suma la proyección de
una intervención-acción, consistente en una recreación de la pista de
aterrizaje en la misma esquina, así como la proyección de entrevistas a los vecinos
del barrio.
En el piso de la sala se colocará
un ploteo de una vista aérea procedente de Google Earth de la mencionada
esquina escalado en la planta de la sala.
[1] Milton
Schinca, nacido en Montevideo, poeta, dramaturgo, novelista, crítico de teatro
en “Marcha”, periodista, docente, dirigió dos colecciones completas de
fascículos sobre nuestro tiempo y sobre la historia uruguaya, con la
participación de renombrados periodistas, reconocidos internacionalmente por
muchas de sus obras.
[2] Schinca,
Milton, Boulevard Sarandí, Memoria
anecdótica de Montevideo, obra completa, Ediciones de la Banda Oriental , Uruguay, 2003.
[3]
Schinca, Milton, Boulevard Sarandí,
Memoria anecdótica de Montevideo, obra completa, Ediciones de la Banda Oriental , Uruguay, 2003,
pág. 454. El texto completo se adjunta en el anexo.
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