Con la intención de propiciar una reflexión en torno al imaginario del monte nativo en el Uruguay, y partiendo de nuestros propios recuerdos, comenzamos en 2012 a modo de work in progress, el proyecto Native Speaker con una investigación que implicó la realización de entrevistas a arquitectos paisajistas y personal del Jardín Botánico, así como la búsqueda y reconocimiento de algunas de las especies involucradas con el fin de profundizar saberes que existían en la forma de una experiencia.
La obra aquí
presentada, consiste en una caja de luces realizada a modo de negatoscopio en
la cual se exhiben radiografías practicadas a diferentes especies nativas
(hojas, ramas, flores o frutos). Estas placas radiográficas se presentan como
un procedimiento de aproximación a la esencia del monte nativo y su presencia
en nuestros recuerdos. La elección de las placas como soporte posibilita
trabajar con transparencias a la vez que hace visible estructuras internas de
las plantas, creándose al superponerlas nuevos paisajes oníricos.
La elección
de un soporte que puede presentar variaciones en el tiempo es también una
decisión que responde a las alteraciones que presentan los recuerdos en nuestra
memoria.
Con esta
pieza intentamos mostrar lo que pareciera estar en un segundo plano, a modo de
datos de fondo, pero que opera de manera constante en la configuración de
nuestro paisaje cultural.
Nos proponemos con este proyecto indagar en torno a la figura del monte
nativo como un espacio que nos habla en su propia lengua sobre nuestra
idiosincrasia, y que nos lleva a interrogarnos acerca de quienes somos y los
compromisos que asumimos con nuestro entorno y nuestra herencia. Como cita el
paisajista Fernando Britos “el hombre es
paisaje que camina” , en el sentido de que a donde vamos llevamos con
nosotros el paisaje del lugar en que nacimos y que nos identifica.
Establecemos
una analogía entre la supervivencia del monte y la supervivencia de nuestros
sueños y deseos en juego con la historia colectiva.